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Luz en la ventana

Por fin: verte, tocarte, olerte...

"Tú no tienes alma" (Alejandro Sanz)

R tiene unos ojos preciosos. jajajajajajajajajaja, yo sigo riéndome, como lo he hecho toda la tarde. Ha sido genial verle, ha sido lo mejor q podía ocurrirme, pero también a él. A los dos.
Lo primero que he hecho al llegar a casa es llamar a M, y después de cenar he conectado a msn para hablar con CH unos minutos. Los dos querían saber qué tal, y creo que se merecían la información.
Me lo he pasado muy bien, he disfrutado mucho, sobre todo de él, y... me ha gustado todo lo que hemos hablado. No le he mirado mucho, igual tampoco lo hago en los próximos días. No me corto, bueno, hay ratos que sí, pero es que mirarlo me intimida. Debe entenderlo… poco a poco, y realmente sí q le he mirado, si no, no sabría como es, ni tendría imágenes suyas de hoy grabadas en mi cerebro.
Me duele el pecho. Desde que estaba en el autobús y volvía a casa, tengo una presión rara... es exactamente como si ya hubiese desaparecido toda presión, y ahora mi pecho estuviese desinflándose.
Sinceramente creo que toda Sevilla me ha mirado hoy. Quizás sería esa sensación, sólo eso, pero desde toda la gente que me ha visto correr despavorida a brazos de un hombre en la plaza de la Giralda.... hasta la gente del parque, la de las calles, y la señora del autobús, jajajaja. Que mujer más cotilla, por Dios. Pero me ha encantado la complicidad que se ha creado entre nosotros en la parada... en mí parada, contigo... y mi semáforo estropeado, y mi parque… y mi placita... Todos esos rincones que siempre han sido suyos, porque los he compartido con él.
No puede quejarse: lo primero que ha hecho es cogerme de la mano, y abrazarme, y tocarme. Y yo le he manchado la camisa de brillo de labios; era de suponer, porque siempre voy manchándolo todo con mi rosa de labios. Se ha llevado un buen recuerdo, aunque haya sido en su ropa, pero espero que lave esa camisa si no quiere tener problemas…
Y también me ha tocado la cara, el cuello. Necesitaba mirarme, y tocarme sobre todo; de ambas cosas se ha nutrido bien, porque me miraba fijamente, y me tocaba. Estábamos unidos por las palabras, unidos en el mismo tiempo y en el mismo espacio, mirándonos mientras hablábamos, aunque yo me cortase un poco a la hora de mirarle. Pero también he acariciado sus manos, y su cuello, y le ha gustado que le acariciara el cuello, justo cuando él hacía lo mismo con el mío afirmando que estaba muy calentito gracias al pelo.
Ha sido tan especial... uf… menudo día. Yo creo q tardaré mucho tiempo en olvidar ayer, en ir recordando cada detalle, cada gesto.... Me ha encantado su cara de sorpresa cuando he sacado la pluma estilográfica del bolso, envuelta en papel de regalo, y claro, ha sabido inmediatamente lo que era… Es una pluma preciosa, y muy sencilla, de nuestro color, el azul añil o azul jacaranda, como lo llamamos nosotros, por las flores de dicho árbol.
Sus manos... eran ásperas y arrugadas (de las excavaciones, quizás) pero con unas uñas preciosas. En el dedo anular de su mano derecha llevaba la alianza, que me ha causado una extraña sensación al mirarla, y al tocarla; no he sentido culpa, tampoco pena, quizás he sentido la realidad en su máximo esplendor. Su olor… Creo que ha sido lo primero que he buscado realmente, llamada por el instinto, para poder ubicarlo en el espacio y en mi entorno. Su olor... que no era como esperaba, pero que tengo metido en la nariz de una forma que no puedo quitar. No me gusta, porque no es lo que esperaba, y porque creo que le iría mejor otra cosa, algo nuevo, pero no quiero que cambie, al fin y al cabo, yo le voy a oler muy poco, y además, la peculiaridad de su olor me hará saber qué es él, así, de esa y no de otra manera. Pues eso... como los niños pequeños con su madre, o los animales... he necesitado olerlo, y sentirte... y por eso le he hundido mi cara en su pecho y le he manchado la camisa...
En realidad mi efusivo abrazo a estado un poco.... eso, efusivo y... muy loco (mira, he hecho algo loco). Pero no me arrepiento; estaba tan necesitada de su voz... Desde que supe que venían andando hasta la Giralda le daba tokes para que me llamase, pero no lo hizo. Y al verle, desorientado e intentando buscarme, se me rompió el corazón y me hizo correr hacia él esquivando todo lo que encontraba a mi paso.
Será imposible olvidar su rostro, y sus ojos. Y… estoy deseando que llegue el jueves para poder estar más tiempo, y poder seguir compartiendo cosas.
Muchas gracias por todo, R, por haber sido sincero, y sobre todo, por saber hacer lo que tenías y debías de hacer. Te quiero mucho, mucho, y verte, a mí, me ha hecho comprender que lo mejor que podemos hacer, es seguir así, sin nada más, queriéndonos de una forma especial, pero teniendo en cuenta todo lo que nos separa (y ciertamente, a la vez, nos une).
Yo también te voy a querer siempre, siempre, siempre...

3 comentarios

R -

Tuve que cogerte entre mis brazos y sujetarte contra mí para no caernos juntos. Mi prime rimpulso fue levantarte al aire, pero me corté, no sabía si eso te molestaría o no, y preferí abrazarte con toda la fuerza que la necesidad me prestaba.
Te sentí contra mi pecho, me pareció que llorabas y sólo pude expresar mi preocupación por tu llanto.
Luego nos liberamos; paseamos la noche de tu ciudad y te refugiaste en mis brazos.
Yo me hice hombre junto a ti, abrazándote y sujetando mis ansias de decirte lo que sentía y lo que deseaba.
Fui feliz, Marisma, fui inmensamente feliz ese domingo 7 de noviembre que guardaré en mi recuerdo por si debo apurarlo al final de mi viaje junto a una última copa.
Soy feliz evocando la dicha que vivimos juntos.
R

R -

The boxer (Simon & Garfunkel)
Hago acopio de mi felicidad y de mi cariño para poder expresar lo que hoy siente mi corazón.
Te he dicho hoy que esta blog siempre me ha parecido una ventana abierta que salva las distancias que pudieran separarnos y nos une; en ese sentido la he vivido siempre y así me he expresado en ella, consciente de que eras tú quién estaba al otro lado, leyéndome y acompañándome, incluso en los momentos en que hemos estado aparentemente separados y aislados el uno del otro.
En ella has escrito algunas de las cosas más bonitas que o te he leído; en algún caso sin dirigirte a mí aparentemente, y he sido el rocío que acompañaba tus paseos por esta tierra dulce y áspera que tú vas creando.
Después de tanto como hemos vivido juntos a través de la ventana, al fin pudimos vernos, y fue una experiencia maravillosa.
Intentar sorprenderte en nuestro primer encuentro me pareció la manera más bonita de presentarme ante ti; intentar que no me vieras hasta que hubiera llegado a ti, eliminar la tensión de dos personas que se ven y se van acercando, con unas sonrisas nerviosas en los labios...No conseguí soprenderte, es cierto, pero fuiste tú la que me sorprendió a mí y tampoco me diste tiempo a reaccionar.
(sigue)

R -

Muackkkkkkkkssssssss
Ahora aún no tengo palabras para responderte