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Luz en la ventana

El sentimiento de un beso.

"Boca a boca" (Roser)

Juntas tus labios a los de la otra persona, quizás los entreabres un poco, quizás no. Comienza entonces el universo de las sensaciones. Desaparece el mundo, el tiempo, el espacio. No sabe dónde estás, ni dónde estarás cuando abras los ojos. Sólo existe la oscuridad y la ternura dulce de los labios y la lengua. Pueden pasar hasta diez minutos así, sin que las bocas se separen, sin que se reconozca cuál es la saliva de cuál, incluso sin tiempo ni momento para respirar. Son mil los juegos que pueden realizarse, y en todo ellos sólo importan los labios y las lenguas.
Es increíble como puede desaparecer todo y que sólo exista para tí eso que estás sintiendo. Dejas de pensar, no eres capaz de actuar. Te dejas llevar por lo que sientes, sólo por lo que eres capaz de sentir en no más de diez centímetros cuadrados de tu cuerpo.
Pero los besos, esos que forman parte de un mundo nuevo al que acabas de acceder mientras los das, van acompañados de caricias suaves, casi inexistentes, que recorren todo tu cuerpo, pero que no notas, que a penas percibes por encima de la ropa. Puede abandonar la boca para irte a otras partes del cuerpo, pero nunca serán besos tan sentidos como los que se dan en los labios; serán eróticos, sensuales, pero no tendrán la experiencia de un beso que se da en la boca y en los labios.
Los dientes no tienen cabida en ese mundo. Un par de mordisquitos no transmiten tanto como una succión con tus labios. Pero todo es importante en esos momentos.
Estalla la magia, pasa el tiempo, respiras, sonríes. “Ha sido un beso muy largo”, te dicen. “Ha sido un beso maravilloso”, opinas tú, pero te callas, porque sabes que lo que has sentido en esos instantes (que es muy parecido a lo que ha sentido la otra persona) es sólo un cúmulo de sentimientos, sensaciones, placeres y experiencias, únicas, no explicables, sólo necesarias y encantadoras de vivir.

4 comentarios

R -

Y el 3º ahora, por ese beso que nunca te dí y que probablemente tú no me darás nunca.

M, si tengo que mirar la forma en que describes el beso, no tengo otra opción que decirte que me maravilla; llevas el sentimiento a un plano físico/mental en el que se interpretan y funden los conceptos de realidad, sensaciones, sentimiento y fantasía, y todo dentro de un análisis descriptivo enormemente interesante y sensual a la vez.
Chica. No tienes que demostrar que sabes escribir bien: lo haces día a día.

Pero me quedo de este post con lo que me llegó al alma. Ya te lo he comentado, pero quiero tabién decírtelo aquí.
Para mí, por cuestiones obvias, fue muy dura la lectura de este post; realmente pensé que no podría terminar de leerlo, y, sin embargo, conforme me iba adentrando en él me sentía más seguro y tranquilo. Cielo, has sido capaz de expresar tus sentimientos sin hacerme daño, y eso es mucho. Lo sabes, pero quería decírtelo.
+ por todo, chiqui. + por todo, M.
Un beso para tí, aunque sea por aquí y no pueda ser real ni abarque tus labios.

R -

El 2º con un poema que ya conoces, pero que me apetece recordar por todos los besos que te he dado sin darte:
Beber..., libar..., esclavo de tus labios
en el sueño fugaz y floreciente...,
repasar la frontera de tus dientes
en el instante mismo en que te amo

¡navegar por tu cuerpo con mis manos¡
Enarbolar tu boca sonriente
-renacida de luz, alzada siempre
como la roja fruta que reclamo-

hacia el futuro nuevo que proclamas,
a esa mañana azul en la que quedo
maniatado a tu voz y a tu palabra,

incapaz y a tus labios prisionero,
ocioso, si tu boca no me abrasa
ni me lleva embarcado hacia tus besos.

R -

Varios comentarios, M; el primero con un poema prestado

Ayer te besé en los labios.
Te besé en los labios. Densos,
Rojos. Fue un beso tan corto
que duró más que un relámpago,
que un milagro, más.

El tiempo
después de dártelo
no lo quise para nada
ya, para nada
lo había querido antes.
Se empezó, se acabó en él.

Hoy estoy besando un beso;
estoy sólo con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no
-¿adónde se me ha escapado?-
Los pongo
en el beso que te di
ayer; en las bocas juntas
del beso que se besaron.
Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se me escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.

De P. Salinas
(La voz a ti debida)

Chomin -

alaaa...q descriptiva estuviste ahí, ma molao!! jeje