Blogia
Luz en la ventana

Ya no hay necesidad.

"Al alba" (Luis Eduardo Aute)

Llevo ya mucho tiempo sin venir por aquí, casi dos meses. Hay mucho motivos para ello, y si he vuelto ha sido sólo para comunicar q estoy bien y feliz; también para que R deje de repetirme q escriba aquí y q esto siempre le ha parecido un diario en el q escribía lo q no me atrevía a decirle (gati, ya me he enterado!!!), jajajajajaja.
Soy feliz y estoy feliz. Voy a terminar mis primeros exámenes en la facultad. Tengo una maravillosa relación sin nombre con R, y un bonito proyecto de vida en relación (aunque no en común, por ahora). Las cosas han cambiado mucho, y también mis sentimientos, q se han visto envueltos en otra serie de sentimientos. Pero ahora mismo estoy maravillosamente bien.
En la facultad todo va tirando, tampoco puedo quejarme.
Ya no siento la necesidad de escribir aquí, porque todo lo q tengo ene l corazón lo expulso y lo hablo, con R, con M, o con CH. No tengo la necesidad e contar al mundo lo q me preocupa; prefiero compartirlo con mi amor y con mis amigos.
No tengo nada más q decir. Por primera vez en la historia de este blog (y sirviendo de precedente, sí) voy a dirigirme personalmente a R:
"Gati, cielo mío: te amo. Lo sabes, y yo tb lo sé. Confío en ti, y tú en mí. Y este post está dedicado a ti, para q sepas q ahora mi blog eres tú, tonto. Te amo" "p.d. Tengo muchísimas ganas de verte!!!!"

5 comentarios

R -

Este domingo azul y rosa
que he vivido en ti,
acariciando tu piel, sintiendo
el roce de tus dedos en mi espalda
y el lamido de tu lengua
entre mis labios,
este domingo, digo,
será mañana un recuerdo más en mi memoria,
un recuerdo feliz, del día que fue,
del día que pudo ser,
del día que será,
y lo atesoraré ahora,
a partir de este instante en que lo escribo,
para no desterrarlo nunca
al silencio de la memoria.
Este domingo, amor, en que tus besos
se transforman en timbres y en menudas
letras que atraviesan mi pantalla,
es para mí el presente en el que habito.

Te amo en este domingo 8 de mayo de 2005.
R

R -

Sigue habiendo necesidad, siempre la hay, para dejar una sonrisa o un beso que te animen el día, para recoger los tuyos qu eme reconfortan a mí.
Quizás no escribas tanto, pero a mí me sigue encantando venir a verte.
Leo tus frases: "Cuando veas luz en la ventana, no temas, asómate." y me asomo, sin recato, para que me veas y para que me sientas.
"La dejo abierta para que me descubras", y estoy dispuesto a no perderte, ahora que te he encontrado.
"Si quieres llamarme, hazlo a gritos, llórame tus risas, cántame tus lamentos", M, M, M, así no en gritos ahora, en tres susurros que llevan todo el amor, que me hacen brotar las risas y me enjuagan las lágrimas, así, en tres golpes de pecho y corazón.
"Si me ves detrás, susurrame un beso", eso no sé si sé hacerlo, jejejejeje; te lo daría, pero espero que puedas recogerlo.
"Estoy aquí, si me ves, soy la luz en la ventana"
Y esa frase final que me dice que estás amilado, iluminando mis días, alumbrando mi vida en la cabaña y esperanzándome el futuro.
M, te amo
R.

R -

No sé cuando leerás esta nota, pero me gustaría que pasaran unos días antes de q lo jhagas, así que no te diré nada de su existencia y confiaré en que no vengas por aquí muy a menudo.
He tenido una mañana estupenda, en todos los sentidos, y me he encontrado alegre y bien.
A última hora, en forma de recurso, me he encontrado con un golpe brutal, que me ha derrumbado toda la felicidad que llevaba (y por eso ha siod más duro el palo recibido).
Habría necesitado hablar contigo, contarte lo mal que eso me ha hecho sentir, lo mal que ahora mismo me siento, para desahogarme y escuchar de tus labios palabras de fuerza y consuelo.
No hemos podido hablar, supongo que lo haremos dentro de poco, cuando tú salgas de nuevo a la calle, y para entonces procuraré estar mejor, no amargarte a ti la tarde y no hacerte pasar por una historia, que, por otra parte, es una gilipollez más de mi trabajo.
Pero hubiera necesitado decírtelo cuando me he encontrado abatido y decaído.
Se me han quitado las ganas de comer hoy; mira, así ahorro.
He dejado, por fin, el coche en el taller, supongo q lo tendrán esta tarde y que no tendré problemas para ir a la Cabaña, porque ya sería lo último que podría pasarme.
Una noticia buena (creo); esta tarde estoy invitado a la (re) inauguración (han cambiado de dueño por 3ª vez) de la casa del temple, el restaurante que me comentaste por fono. Supongo que me acercaré, porque con lo sprecios que tiene sólo puedo ir en estas ocasiones, jejejeje.
Cielo, he empezado a estar mejor sólo con escribirte, eres mágica.
Besos
R

R -

"Cuando veas luz en la ventana, no temas, asómate. La dejo abierta para que me descubras. Si quieres llamarme, hazlo a gritos, llórame tus risas, cántame tus lamentos. Si me ves detrás, susurrame un beso. Estoy aquí, si me ves, soy la luz en la ventana."
Copio tus palabras, que siempre me parecieron que me hablaban, para ofrecerte mi amistad y mi ternura, para decirte que en este viaje nunca has estado sola, para hacerlas mías, y, con ellas, a ti.
Siempre guardarás un rinconcito en el que yo cabré, y siempre guardarás un rinconcito en el que yo no tendré cabida. Será que compartir es saber dar y saber recibir, y que no es necesario darse del tod ni recibir todo para ser feliz.
Será que te escribo desde la felicidad vivida y desde la felicidad presentida, será que hoy, a pesar de que no te veo, te siento muy dentro de mí.
Es amor.
Besos
R

R -

Ella era dulce, pequeña y sensual,
él bebía los vientos por verla bailar.
No se conocían, sólo una vez
le rozó su brazo en la barra del bar.

Cada noche, él, se acercaba a mirar
desde la distancia que daba el coñac
y una mesa roja perdida en un mar
tapizado en rojo hasta en la pared.

Cada noche ella bailaba por él,
por aquel extraño individuo que
la miraba fija desde aquel sofá
hasta que llegaba el amanecer.

Nunca se lo dijo, nada supo de él,
un día cualquiera desapareció,
y sus ojos verdes dejaron de estar
al fondo en la sala en el cabaret.

Nunca se lo dijo, siempre le asustó
sospechar que ella le diría que no.
Una noche tuvo la idea genial
de medir el puente desde su mitad.

He entrado, te he leido y me ha salido ésto; supongo que es como una de esas historias de Ismael que tanto te gustan.
Si le ponemos música me la cantarás en voz bajita?
También te respondo: sabes que te amo, cielo, y me alegra que hayas vuelto a escribir aquí.
Un beso mi vida
R